Vinilo, live sets y modulares: el contraataque analógico en la era digital

Vinilo, live sets y modulares: el contraataque analógico en la era digital

Mientras la industria de la música electrónica avanza hacia la digitalización total —desde la distribución hasta el performance en vivo—, un grupo creciente de artistas parece ir en dirección contraria. Optan por tocar con vinilos, configurar lives con sintetizadores modulares o construir tracks íntegramente con hardware, renunciando al uso de computadoras y controladores preconfigurados. ¿Moda vintage? ¿Nostalgia sonora? ¿O una reacción consciente ante un ecosistema creativo cada vez más automatizado y predecible?

Motor City Drum Ensemble

Una decisión estética… y política

Para algunos artistas, volver al vinilo o a los instrumentos analógicos no es una cuestión de estilo, sino de posicionamiento. Tocar con vinilos implica una forma de escucha y una relación con la música completamente distinta, quien se rehúsa a usar plataformas como Rekordbox o Traktor. No se trata solo de un formato, es una forma de habitar el tiempo. Hay errores, hay límites, y eso también es un manifiesto artístico.

Laurent Garnier

El hardware impone una lógica de cuerpo. Cada parámetro se toca, se ajusta a mano, se modifica en tiempo real. En los live sets con modulares, nada está 100% bajo control. Y eso, para muchos, es precisamente lo que vuelve a la electrónica emocionante. En un contexto donde la sincronización automática y los sets pregrabados son moneda corriente, el riesgo se convierte en una virtud.

La reacción frente al algoritmo

En paralelo, las plataformas de distribución digital priorizan lo breve, lo predecible, lo reproducible. La cultura del algoritmo no sólo moldea lo que escuchamos, sino también cómo se produce la música. El contraataque analógico aparece entonces como una forma de resistencia: volver a lo manual, a lo impredecible, a lo inestable. En un set modular no hay sync, ni quantize, ni “undo”. Hay presencia total.

Jeff Mills

Pareciera que estamos tan acostumbrados a editar y corregir que olvidamos lo que significa tocar. El público también se da cuenta cuando está frente a algo que sucede realmente en ese momento. Eso genera una energía distinta.

Limitaciones creativas como motor de inspiración artística

Curiosamente, las limitaciones del vinilo o del hardware (espacio físico, tiempo, posibilidad de error) son, a su vez, lo que determina su encanto: una fuente de libertad. Frente a la saturación de herramientas digitales, muchos artistas encuentran en lo limitado un nuevo campo de juego. Cada elección pesa más. Cada transición exige preparación. Cada sonido tiene historia.

Ricardo Villalobos

El revival del vinilo, el boom de los lives modulares y el culto por las drum machines vintage no son sólo tendencias estéticas. Son señales de una necesidad más profunda: recuperar el control, revalorizar la imperfección, devolverle al cuerpo un rol activo en la música electrónica.

¿Un lujo o una trinchera?

Claro que no es una elección al alcance de todos. Armar un live set con sintetizadores cuesta tiempo, dinero y dedicación. Conseguir vinilos específicos implica logística, importaciones y coleccionismo. ¿Se trata, entonces, de un privilegio disfrazado de resistencia, una suerte de elitismo para unos pocos? ¿O es una trinchera posible desde lo pequeño, lo artesanal, lo verdaderamente independiente?

DJ Harvey

Tal vez no haya una respuesta única. Pero lo cierto es que, en tiempos donde la música parece cada vez más programada, la decisión de hacer las cosas a mano, con cuerpo y con tiempo, puede leerse como un gesto profundamente subversivo.

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