Después de años de reclamos por parte de artistas, productores y público, Neuquén capital finalmente suma un nuevo espacio dedicado a la música electrónica: Ramblo, un venue que nace con la intención de ofrecer algo más que un lugar para bailar. Su debut será este viernes con el inicio de un ciclo semanal que busca impulsar el talento emergente y generar un nuevo polo de desarrollo para la escena local.

La apertura de Ramblo no es casual ni oportunista: responde a una demanda real y sostenida en el tiempo. Durante años, los actores de la escena electrónica neuquina han señalado la falta de espacios adecuados para crear, compartir y profesionalizar sus propuestas. Ramblo aparece como una respuesta concreta a ese vacío.

“Es un género que nos apasiona y sentimos que es momento de apostar por su crecimiento desde el lugar que ocupamos. Tenemos un espacio hermoso y queremos ponerlo al servicio de la cultura electrónica, no solo como pista de baile sino como plataforma de despegue”, afirman desde la organización.

En principio, la propuesta contempla eventos todos los viernes, una frecuencia que busca establecer un ritmo sostenido y predecible, algo que históricamente faltó en la ciudad. Esta continuidad no solo permite al público incorporar un nuevo hábito de consumo cultural, sino que también ofrece a los artistas la posibilidad de desarrollar su trabajo con mayor visibilidad y proyección.

“Estamos muy entusiasmados con este debut. Queremos observar de cerca cómo responde la audiencia, aprender de esa interacción y construir, paso a paso, una experiencia que tenga identidad propia.”

En un contexto donde muchas iniciativas culturales dependen de la lógica del evento aislado, Ramblo apuesta por la construcción de comunidad y por la creación de una narrativa propia. Su irrupción representa una marca con visión, que busca llenar un vacío estructural con una propuesta a largo plazo, capaz de sostenerse en el tiempo y nutrir el crecimiento de toda la cadena cultural que rodea a la música electrónica.