Nuevo Cicloz: el pulso del Psy Trance en la Patagonia

Nuevo Cicloz: el pulso del Psy Trance en la Patagonia

En el corazón de la Patagonia argentina, lejos de las luces de las grandes urbes, una comunidad vibrante de artistas, DJs y seguidores mantiene vivo el fuego del psy trance. En ese universo, Nuevo Cicloz no es solo una productora: es un movimiento cultural, un ritual colectivo, y la fuerza principal que puso al Alto Valle en el mapa del género.

Javier Bussola en la cabina de Nuevo Cicloz

Desde sus primeras fiestas en campings remotos —entre montañas, bosques y cielos abiertos— hasta convertirse en la principal promotora del psy trance en la región, Nuevo Cicloz ha mantenido intacto su espíritu original: crear un espacio de libertad, conexión y arte. “No hacemos solo eventos de electrónica: construimos cultura psy trance, una experiencia completa que abarca desde la música hasta la ambientación y las performances”, explican desde la organización.

Las producciones de Nuevo Cicloz son reconocidas por su identidad visual única, instalaciones psicodélicas, intervenciones artísticas y puestas en escena que acompañan la música de forma orgánica. Y sobre todo, por su sonido característico, donde el psy trance se entrelaza con texturas tribales que remiten a lo ancestral, generando un viaje hipnótico y físico a la vez. “Buscamos que el cuerpo y la mente entren en un mismo trance, que el ritmo despierte algo primitivo”, detallan.

Herencia y evolución

La raíz del proyecto se hunde en los primeros años del nuevo milenio, cuando una escena incipiente comenzaba a florecer en lugares como El Bolsón y Bariloche. Era un tiempo de autogestión pura, de flyers fotocopiados, de raves en casas o al aire libre, donde la música era compartida entre pares. “Nos consideramos herederos de esa cultura psychedelic que nació en los 2000s en la Patagonia”, sostienen con orgullo. “Empezamos haciendo fiestas en quinchos en campings alejados, donde podíamos expresarnos sin límites”.

Esa conexión emocional con los inicios, con la naturaleza y el espíritu comunitario, todavía marca cada encuentro. “Muchos de nosotros venimos de esos espacios donde lo importante era compartir, no competir. Y eso sigue siendo el núcleo de todo lo que hacemos”.

Resistir para existir

No todo ha sido fácil. En una región donde los eventos masivos dominan la agenda y los permisos escasean, crear un espacio alternativo y de nicho ha sido un acto de resistencia. “Los principales desafíos están vinculados con la disponibilidad de espacios habilitados y con lograr que el público se abra a un género tan particular como el psy trance”, comentan.

Aun así, la convicción fue más fuerte. “No intentamos agradar a todo el mundo. Creamos nuestro propio espacio, con un público fiel. Desde ahí crecemos”. Esta decisión les permitió construir una comunidad sólida, con una identidad clara. “Hoy nos reconocen por lo que somos, no por lo que copiamos”.

Una escena en evolución

Hoy, la escena electrónica del sur argentino ha cambiado. Se diversificó. Se expandió. Y encontró en el psy trance una de sus expresiones más consistentes. “Cuando arrancamos, hacíamos fiestas en casas porque no había espacios donde sonara psy trance. Hoy la gente está aprendiendo a escuchar y se siente identificada”, relatan.

En ese camino, Nuevo Cicloz fue fundamental. “Lo que hace algunos años era considerado raro o marginal, hoy genera conexión y sentido de pertenencia”, explican. La propuesta visual y estética también ayudó a abrir ese mundo a nuevos públicos.

2025: un año clave

Este 2025, la productora se prepara para dar un salto mayor: una agenda cargada de fechas, colaboraciones con colectivos de todo el país y la llegada de artistas internacionales. El próximo 3 de mayo, por ejemplo, recibirán a Pragmatix, uno de los nombres más reconocidos de la escena brasilera. “Es un honor traer a un artista como él. Representa mucho de lo que defendemos: trayectoria, conexión espiritual y una propuesta sonora coherente con nuestro universo”.

Pero más allá de los nombres, la meta es seguir tejiendo redes. “Queremos conectar con otras productoras del género en todo el país. Para nosotros, esa es la búsqueda más valiosa hoy”.

Mientras tanto, siguen firmes en su propósito: mantener viva la cultura psy trance con raíz local y mirada global. En un mundo donde la electrónica tiende al mainstream, Nuevo Cicloz apuesta por la autenticidad, el arte colectivo y los sonidos tribales que remiten a lo ancestral. Porque en sus fiestas, como en los antiguos rituales, la música no se consume: se vive.

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