El festival Burning Man, uno de los encuentros más influyentes de la cultura alternativa y electrónica a nivel global, quedó marcado este año por un hecho trágico: un hombre fue hallado muerto en un charco de sangre en pleno desierto de Nevada, lo que abrió una investigación por posible homicidio.
El hallazgo ocurrió el sábado por la noche, alrededor de las 21:14 hora local, justo durante la quema de la monumental figura de madera conocida como The Man, ritual central de este evento que cada año convoca a más de 70.000 personas.
Según informó el sheriff del condado de Pershing, el cuerpo fue encontrado por un asistente que dio aviso inmediato a un oficial en servicio. Minutos después, las autoridades confirmaron que la víctima estaba “obviamente fallecida”.
En la escena intervinieron agentes del Bureau of Land Management, personal del condado de Pershing y voluntarios de los Black Rock Rangers, quienes acordonaron el área hasta la llegada de la División de Ciencias Forenses del condado de Washoe.
El cuerpo fue trasladado a la oficina del médico forense para realizar la autopsia correspondiente.La identidad de la víctima aún no fue revelada. Aunque la policía consideró el hecho como un incidente aislado, instó a los asistentes a permanecer atentos a su entorno.
La organización de Burning Man, en tanto, expresó su pesar y aseguró que colabora de manera estrecha con la investigación. Además, reforzó los servicios de apoyo emocional y habilitó puntos de Wi-Fi gratuitos para quienes necesiten comunicarse con familiares o amigos.
El episodio ocurre en un festival históricamente asociado a la creatividad, la autogestión y la música electrónica experimental, donde el dancefloor y las instalaciones artísticas suelen funcionar como catalizadores de comunidad y libertad. Este año, sin embargo, la narrativa se vio atravesada por un hecho policial sin precedentes en su historia reciente.
Burning Man 2025 finalizó este lunes 1° de septiembre, en la ciudad temporal de Black Rock, con un ánimo distinto: el recuerdo del hombre hallado muerto se suma a la crónica de un evento que, por lo general, es más recordado por sus expresiones artísticas, sus campamentos sonoros y su aporte a la “contracultura global” que por hechos de violencia.